Increíble. El fútbol esta vez le dio un abrazo salvador al Real Zaragoza en el tiempo de aumento. Los de Baraja, puesto cuyo estaba ya liquidado en el minuto 92 cuando el Girona ganaba 0-2 en La Romareda, lograron empatar a dos con sendos cabezazos colombiano del Narváez en las postrimerías del partido. Un alivio leve que, no obstante, no puede real zaragoza tienda servir de cortina de humo para los serios problemas de juego que acucian al equipo blanquillo. Así, lo único que ocurre es que el batacazo no es tan hondo. Pero batacazo es. El Zaragoza solo ha ganado, realmente, uno de sus 9 partidos disputados.

El primer tiempo fue un ejemplo claro de la impotencia zaragocista en todas las facetas del juego. Se jugaron 47 minutos repletos uniforme real zaragoza 2020 de errores, de mal fario, de escasa fortuna en momentos clave donde se pudo adelantar el equipo aragonés en el marcador y, sin embargo, cayó abatido en una bala disparada por el Girona, sin apenas capacidad de respuesta. De entrada, el duelo empezó ya con la fortuna torcida, no se que cumyn el minuto 3 cuando Atien cayóza lesionado y el pidió. Quizá un mal calentamiento, quizá el dedo del diablo, que está por enredar hace un mes, avisando de sus camiseta real zaragoza dream league soccer malas malas a futuro. Francés tuvo que entrar en frío cuando el partido ya estaba en una espiral de ida y vuelta, de poco control de ambos rivales.

Zanimacchia sin la marca el 1-0 en el primer minuto, solo ante el portero Juan Carlos, al que supero con suavidad en un mano a mano tras centro de Chavarría, pero el centro Bernardo llegó a tiempo de despejar bajo palos el tanto que ya se cantaba. En medidas, en el 8, fue el Girona el que erró el 0-1 de forma increíble, pues aday remató solo en el segundo palo, a bocajarro, un pase raso de Sylla tras un error horrible de Francho en salida la balón. Aday remató alto cuando el tanto estaba ya manufacturado. Aún tenia fuerzas el Zaragoza para seguir intentando sacar sacar provecho de su variante táctica, de aparcado el 4-4-2 de salida y apostando Baraja por un 4-2-3-1 ágil más en ataque, con Narváez solo arriba y Bermejo pululando en la media punta junto a Zanimacchia, que se encontró por los adentros.

No obstante, del dominio local salió una nueva contra de los catalanes que acabó con un chut raso de Terrats que se le escape de las manos a Cristian álvarez en su parada, fruto de la lluvia, que estuvo en un tris de aprovechar Bustos, que estaba, eso, sí fuera de juego. Era el minuto 13 y de nuevo el susto sobrevoló la vacía Romareda. La réplica fue sobresaliente de los zaragocistas, con un ataque rápido en el 18 que acabó Bermejo con un disparo desde 20 metros que se estrelló en el palo, por alto, con Juan Carlos mirando al tendido. Los hados no tienen con el tocado equipo blanquillo, es una evidencia. El 1-0 se seguir resistiendo, como le pasó de derecho a Chavarría, que volvió a ensayar un ensayar un chut lejano, muy, al que respondió a Juan Carlos.

Y hasta ahí le llegó el fuelle a los del apurado Baraja. Apenas 20 minutos de ilusión, de esperanzas fundadas. Porque ya no hay más en ataque. El equipo aragonés sintió como un rejonazo profundo, en todo lo alto, el gol que adelantaba al Girona en el 27. Lo marcó de cabeza su ariete, Sylla, en el área pequeña tras un centro larguísimo de Aday desde medio campo. Pésima praxis arremetárial, pues pues, no era una pelota para que acabase dentro de la zaga hubiera hecho las cosas como se debe. En menos de media hora de juego alborotado el Zaragoza ya por debajo en el tanteador, un remar contra corriente, con su escasez de repertorio. Un drama en ciernes.

Igbekeme y Francho, los pivotes, se apagaron como un candil después de ese arranque expectante. Zanimacchia y Chavarría, en las bandas, pecaron siempre de individualismo, sin irse nunca de sus marcas en los encares. Narváez fue la isla acostumbrada para todos los delanteros este año. Bermejo fluctuó sin non éxito en los balones que ha estado. Atrás, Guitián cometió un yerro sistemailculo en un intento de regate siendo el último, por un contra de Sylla en el que Igbekeme le salvó el pellejo. El Zaragoza se mustió hasta llegar al descanso. El Girona, que vino con 8 bajas de enjundia (Stuani, Samu Sáiz, Cristóforo, Ramalho, Monchu, Kebé, Juanpe...), empezó muy pronto a valorar la posibilidad de salir de La Romareda triunfante.

El segundo tiempo empezó con susto, pues Sylla se fue en velocidad en una contra y Cristian álvarez, fuera del área en el minuto 47, se adelantó con el pie por milímetros. Se avecinaban riesgos superlativos. Y eso se confirmó de la forma, con el 0-2 anotado por el recién entrado Valery, que fusiló a bocajarro una asistencia rasa de Sylla, que dejó en evidencia la velocidad de Guitián. Valery se adelantó a un pasivo Tejero. Un retrato en toda regla de la blandura atrás de este Zaragoza. El partido estaba con la mitad del tiempo aún por jugarse. Una tragedia griega.