... empieza a sonreír! 

A veces simplemente se trata de intentarlo un poco más, de dejarse llevar. No importa lo difícil que sea, lo que tengo claro es que no quiero que se acabe.

Pensé que me iba a costar mucho más adaptarme a Madrid. En su lugar me he encontrado con una ciudad maravillosa con gente aun más maravillosa. Saber que tienes un grupo de personas con el que reír, salir, y hacer locuras, y ser consciente de que estarán ahí también cuando necesites llorar, despotricar o patalear, es una sensación que lo vale todo.
Tenemos nuestros más y nuestros menos, Madrid, pero me gustas.
Con tu gente, y con tus locuras.

Hay que saber encontrar el lado bueno a la vida :)