La almohada ideal es la garantía de un sueño saludable y debe corresponder a su estilo de sueño. Para tener una cama cómoda no solo es esencial el edredón o el colchón, sino también la almohada ideal es una de las garantías de un cuello y una columna saludable. La almohada en la que duerme no solo influye en la calidad del sueño, sino que el uso de una almohada incorrecta provoca problemas espinales graves, dolores de cabeza, dolor de garganta, entumecimiento de los hombros y brazos y molestias diurnas, no solo durante la noche.

La almohada ideal - New Pillow 360

El primer paso en el momento de lograr el sueño ideal es seleccionar la almohada ideal. Esta permite que el sistema óseo y muscular, y también las articulaciones en el área cervical, se relajen y contribuyan al alivio de la presión en los hombros, el cuello y la espalda.

Pero tan esencial como seleccionar la almohada ideal, es la manera correcta de emplearla o de ponerla para así aprovechar sus ventajas. La situación conveniente de la almohada ideal debe permitir que el cuello no se doble al estar a un lado y mantener la línea anatómica de la cabeza, cuello y columna vertebral. Si la almohada es demasiado grande, el cuello sube, los músculos de los hombros y el cuello se tensarán. Si es demasiada pequeña, del mismo modo los músculos estarán tensos y la columna sufrirá especialmente en el área cervical. Aun, así haya encontrado la almohada ideal, debe cambiarse una vez cada 18 a 30 meses.

Depende de la situación al dormir

La almohada ideal se escoge y se usa según de qué manera duerma. Si duerme almohada cervical blanda boca arriba, son aconsejables las almohadas delgadas, para no dormir con la cabeza en el pecho. Los mejores asimismo tienen un pequeño agujero que hace que el cuello y la cabeza se ubiquen en la situación natural. Considere una almohada cervical que proporcionará soporte adicional para el cuello.

Si duerme de lado, la almohada ideal ha de ser más firme y llenar la distancia entre la oreja y el hombro en el que duerme.

Si duerme boca abajo, busque una almohada delgadísima. Aun si no siente la necesidad de poner una almohada bajo la cabeza, intente poner una bajo el vientre para eludir el dolor de espalda en el área lumbar.

El tamaño de las almohadas de la cama debe determinarse conforme con el tamaño de la cama y la situación en la que duerme. Las almohadas clásicas para la cama tienen forma de cuadrado o rectángulo, y pueden medir de 50 por setenta cm o 70 por 70 cm.

Otro criterio que define la manera de utilizar la almohada es el material para el relleno. Las almohadas llenas de material natural (plumón), ofrecen más comodidad y son más suaves. Las almohadas de plumas dan más soporte y fuerza, mas son menos suaves y esponjosas que el plumón.

Las almohadas sintéticas y de poliéster son por norma general sólidas. Estas almohadas a menudo se modelan para soportar ciertas partes del cuerpo. Las almohadas sintéticas son menos costosas que las almohadas naturales, pero se gastan más rápido. Deben ser sustituidos cada dos años o tan pronto como pierdan su forma.