Da lo mismo la editorial que sea, incluso el planeta donde se publique la obra. Té (sustantivo ‘infusión) y te (Pronombre o letra te): «¿Disfrutas el té negro o el rojo? No obstante, el error no solo lo cometemos en esta clase de verbos, sino también en los verbos que tenemos en cuenta como expresiones bisílabas, agudas y terminadas en vocal o en -n. Pero el dato interesante era que dejaban la decisión al escritor de poner tilde o no, según se percibiese su fonética (lo que ocurrió con guion). Hasta 1959, la regla señalaba que la tilde en las expresiones monosílabas en verbos como vio, dio, fue y fui debía ponerse. Sin embargo, desde ese año se estimó que tenían que proseguir la norma establecida y se dejaron de poner, pero ahora se conoce que los cambios tardan en establecerse. Tú (pronombre personal) y tu (adjetivo posesivo): «Tú siempre y en todo momento te empeñas en que tu pelo esté bonito». Entonces, ¿por qué erramos siempre en exactamente la misma parte del camino? Yo fui la mucho más lista de mi clase. Por norma general, estas expresiones no llevan tilde, salvo en el momento en que la tilde es diacrítica. Seguramente varios ya sabéis lo que es un monosílabo, son aquellas expresiones que se conforman de una sola sílaba, como sed, ver, sol, mar o cal. Alberto me dio las gracias por la clase de ayer. Ciertos ejemplos son: crie (pretérito del verbo criar), fie (pretérito del verbo confiar) o pie (pretérito del verbo piar). Pero no os engañéis, son monosílabas. No os asustéis si les halláis la tilde en las palabras monosílabas, en concreto en los pretéritos de estos verbos, más que nada en las considerables editoriales. Yo fui la más lista de mi clase. Dé (verbo ofrecer) y de (preposición o letra de): «Aunque le dé el libro de mi madre, jamás le perdonaré que se lo haya leído». ¿Para qué exactamente se utiliza este tipo de tilde? Sé (verbo ser o saber) y se (pronombre o indicio de impersonalidad o de marca refleja): «Sé que no se te ofrece bien llevar a cabo la paella». Cuanto mucho más limpio quede el artículo, mejor. ¿Y qué hacemos nosotros a diestro y siniestro? Sí (pronombre personal, adverbio de afirmación o substantivo) y si (conjunción o nota musical): «Sí, me casaría contigo si viésemos juntos este atardecer». ¿Alguien vio cómo me tiré de cabeza? Mí (pronombre personal) y mi (adjetivo posesivo): «Mi hermana cogió su muñeca y me la dio a mí». Mucho más adelante, en la edición de 2010, se suprime esta opción y se ordena a no poner la tilde en ningún caso. ¿ALGUNA VEZ SE HAN TILDADO ESTOS VERBOS? Después de esta introducción, ahora podréis haceros un concepto de que vio, dio, fue y fui no llevan tilde. Alberto me dio las gracias por la clase de ayer. Él (pronombre personal), y el (producto): «El libro que mucho más le agrada a él es el de Juan Marsé». Simple y simple, que no llevan tilde. Sí, las consideramos bisílabas, ¿por qué razón? Sea como fuere, yo siempre y en todo momento lo corrijo según dictan las normas de la Real Academia, es decir, sin tilde. Esto puede ser por tres fundamentos, o porque es una edición antigua, anterior a 1959, pues la decisión editorial es inamovible y elige tildarlas o por el hecho de que se le ha escapado al corrector. ¿Alguien vio de qué manera me tiré de cabeza? Mucho más (adverbio, adjetivo, pronombre, conjunción con valor de suma o substantivo) y mas (conjunción adversativa -pero-): «Hoy estoy más feliz que ayer, mas no puedo bajar la guarda». Por otro lado, la Ortografía académica de 1999 decía que debía considerar diptongo cualquier combinación formada por vocal cerrada y vocal abierta, o viceversa. ¿Y qué sucede con los monosílabos? Y no, no exagero, si hay un error repetido hasta la saciedad, este tiene que ver con la tercera persona del singular del pretérito especial simple, en concreto con la tilde en las palabras monosílabas sin acento: fue, dio, vio, fui.