Lo oí dar vuelta a la pared trasera de su casa. Tropezó con una pila de leña como si no supiera que estaba allí. Luego llegó al zaguán y se sentó junto a la puerta, con la espalda contra la pared. Parecía más pesado que de costumbre. Sus movimientos no eran lentos ni torpes, sólo más pesados. Se dejó caer a plomo en el suelo, en vez de deslizarse ágilmente como solía. Además, ése no era su sitio, y don Juan nunca, en ninguna circunstancia, se sentaba en ningún otro lugar.



pila 山
pila de leña

a plomo 垂直に

ágilmente 素早く

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